lunes, 28 de enero de 2013

Pastas rellenas de confitura

Ésta es una de las recetas que he ido haciendo de unos tomos coleccionables que me regaló mi madre hace ya unos cuantos años. Se llama "El placer de los postres" y es de la editorial Planeta DeAgostini. Tengo que decir sobre estos tomos que todavía no me ha decepcionado ninguna de las recetas que he probado.

Estas pastas son, con diferencia, mis preferidas. La masa tiene un sabor y una textura increíbles, con un toque de pasas gracias al PX, y la mermelada le da un punto de acidez y una jugosidad que las hace perfectas. Se puede utilizar mermelada industrial, pero con la casera quedan muchísimo mejor.




INGREDIENTES:

250 gramos de harina de trigo
125 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
100 gramos de azúcar
1 huevo (yo lo pongo grande)
2 yemas de huevo
1 copita (50 mililitros) de vino dulce (yo le puse Pedro Ximénez)
la ralladura de un limón
150 gramos de confitura (yo le puse mermelada casera, de mandarina y de fresa y también probé con la de cerezas industrial, pero me quedo con las caseras)
sal































ELABORACIÓN:


Tamiza la harina sobre la superficie de trabajo y disponla en forma de volcán. Pon en el centro la mantequilla troceada a temperatura ambiente, el azúcar, las yemas de huevo, el vino dulce, la ralladura de limón y una pizca de sal. Amasa los ingredientes con los dedos, sin trabajar la masa en exceso. A continuación, envuelve la masa en film transparente y déjala reposar en la parte menos fría del frigorífico durante, al menos, una hora.

Extiende la masa con el rodillo hasta formar una capa de unos 3 ó 4 milímetros. Haz pastas con forma de flor o de estrella con cortantes de unos 5 centímetros de diámetro. Haz un agujero en el centro de la mitad de las pastas con un cortante redondo de unos 3 centímetros de diámetro. Vuelve a amasar los recortes de la masa y haz más pastas.

Bate el huevo. Coloca las pastas en forma de anillo sobre las pastas enteras sobre la bandeja de horno, cubierta con un papel de hornear, y píntalas con huevo batido (si quedan sueltas, las puedes pegar con un poco más de huevo batido).  Rellena los huecos con un poco de mermelada.

Hornéalas a 180ºC con calor arriba y abajo durante 15 ó 20 minutos, hasta que estén doraditas. Sácalas del horno y déjalas enfriar sobre una rejilla.

























sábado, 19 de enero de 2013

Galletas de chocolate y orejones de albaricoque

Si buscáis una receta de galletas fácil de hacer y perfecta para los días fríos, esta receta es una de las mejores. La encontré en el blog de Laura hace tiempo y las hago siempre que llega el otoño y con los orejones que sobran en Navidad. Las he hecho con trocitos grandes y pequeños, y con chocolate negro y con chocolate con leche. En casa, nos gustan más con trozos un poco más pequeños y con chocolate con leche. Sin embargo, las hagas como las hagas, están deliciosas.

Con chocolate con leche

INGREDIENTES:

85 gramos de margarina a temperatura ambiente (yo uso mantequilla)
2 cucharadas de azúcar blanquilla
50 gramos de azúcar moreno
media cucharada de esencia de vainilla
1 huevo batido
175 gramos de harina
115 gramos de chocolate negro con poco azúcar y picado grueso. Yo las he hecho con chocolate con leche y con chocolate negro. Las dos están deliciosas, pero nosotros nos quedamos con las de chocolate con leche.
115 gramos de orejones secos picados. Los he probado a hacer con los orejones picados gruesos y más pequeños y me gustaron más los últimos.

Con chocolate con leche


ELABORACIÓN:

Bate la mantequilla a temperatura ambiente con los dos tipos de azúcar con unas varillas. Añade la esencia de vainilla y vuelve a batir. Cuando esté esponjosa y suave, añade el huevo poco a poco, si dejar de batir, hasta que esté incorporado.

Tamiza la harina y añádela removiendo hasta que esté incorporada. Añade el chocolate y los orejones picados y mezcla de forma que queden bien repartidos.

Precalienta el horno a 180ºC. Mientras se calienta, forra una bandeja con papel de horno y coloca cucharadas de la masa, dejando espacio entre ellas para que puedan expandirse.

Hornea de 13 a 15 minutos o hasta que empiecen a dorarse por las esquinas. Sácalas y déjalas enfriar sobre una rejilla.

Cuando estén completamente frías, guárdalas en una lata o en un tarro de cristal. Si las metes tibias, pueden quedarse blandas.





 Aquí tenéis también las fotos de las que hice con chocolate negro. Irresistibles.



Con chocolate negro 

Con chocolate negro


Con chocolate negro

domingo, 13 de enero de 2013

Rollitos de anís

Estos rollitos de anís los hice a petición de mi marido, a quien le encantan. Aunque a mí, generalmente, los sabores anisados me desagradan, estos rollitos me parecieron riquísimos. Además, se hacen bastante rápido y, al ser horneados, no tienen tanta grasa como los que se fríen.





INGREDIENTES:

300 gramos de harina
100 gramos de aceite de girasol
100 gramos de anís dulce
50 gramos de azúcar blanquilla (más un poco para cubrir)


ELABORACIÓN:

Mezcla e un bol el aceite, el anís y el azúcar y remueve.

Añade la harina tamizada poco a poco, hasta que esté todo bien incorporado. Deja reposar la masa 10 minutos.

Forma los rollitos haciendo un agujero en el centro de bolita de masa o haciendo un bastoncillo y uniendo los extremos.

Forra la bandeja del horno con papel vegetal. Pásalos por azúcar sólo por un lado, el que quedará hacia arriba al hornear y colócalos en la bandeja.

Intrudúcelos en el horno precalentado a 180ºC unos 12-15 minutos. Cuando la base esté doradita, sácalos y déjalos enfriar sobre una rejilla.








jueves, 10 de enero de 2013

Yogur griego

Después del éxito que tuvieron en casa los yogures de leche merengada, no me pude resistir a hacer los yogures griegos de José Manuel. Yo, para probar, los hice azucarados y nos encantaron, son espectaculares y muy rápidos de hacer. Recomiendo a todos los amantes de los yogures que se hagan con una yogurtera, es uno de los pequeños electrodomésticos más interesantes que se pueden tener. Mi madre tenía una y nos hacía unos yogures riquísimos cuando éramos pequeños. Son recuerdos que no tienen precio.




INGREDIENTES:

800 gramos de leche entera
200 gramos de nata para montar (tiene más grasa que la de cocinar, así que salen más cremosos)
1 yogur griego sin azúcar
3 cucharadas de leche en polvo
3 cucharadas de azúcar






ELABORACIÓN:

Pon la leche y la nata en un cazo con el azúcar. Calienta, casi hasta que llegue a hervir. Deja templar. Vierte la mezcla en una jarra y añade el yogur griego y las 3 cucharadas de leche en polvo. Mezcla bien, yo prefiero hacerlo con las varillas, ya que con la batidora aparecen espuma en la superficie. 

Si lo quieres hacer sin azúcar, te ahorras el paso de calentar la leche, sólo tienes que mezclar los ingredientes.

Llena los vasos de la yogurtera, introdúcelos en el aparato encendido y cubre con la tapadera. Deja los yogures durante unas 10 horas. Una vez transcurrido ese tiempo, ponles las tapitas y guárdalos en el frigorífico durante, al menos, 4 horas.

Aquí os muestro un par de fotos para que veáis la consistencia que adquieren. No se despegan de la cuchara ni boca abajo.










domingo, 6 de enero de 2013

Pastissets de boniato (pastelitos de boniato)

Cuando decidí hacer pastelitos de boniato para estas Navidades, que son muy típicos en Valencia, encontré una receta que me gustó bastante. Se lo comenté a Mila, mi vecina y amiga, que también comparte mi afición por la repostería, y me dijo que ella las hacía con su abuela, que tenía una pastelería. Como el relleno de dulce de boniato ya lo tenía hecho, fui a su casa, me enseñó a hacer la masa y pasamos la tarde horneando. Fue muy divertido y provechoso, aprendí unas cuantas cosas y además, para mi sorpresa, me encantaron (yo nunca como pastelitos de boniato porque nunca me han gustado). Su receta de la masa es la que explico aquí, aunque yo la hago con la mitad de azúcar, ya que en casa nos gusta más. Salieron buenísimos y, aunque son un tanto elaborados, recomiendo hacerlos, ya que se pueden hacer con los niños y es muy divertido.

La receta original del relleno da para hacer varias hornadas, así que, en lugar de usar 1,5 kilos de boniato, yo hago sólo la mitad. Es muy importante hacer el dulce de boniato el día anterior para que le dé tiempo a enfriarse.





























INGREDIENTES:

Para el dulce de boniato:

1.500 gramos de boniatos blancos enteros
1 kilo de azúcar
225 mililitros de agua
La ralladura de la piel de dos limones
Canela en polvo


Para la masa:

125 mililitros de anís seco
250 mililitros de aceite suave (de oliva o girasol, yo puse de éste último)
250 gramos de azúcar (yo le puse 125)
Harina de trigo (la que admita, yo empiezo con 500 gramos y voy añadiendo, suele admitir unos 750 gramos, más o menos)
Un poco de azúcar para espolvorear




ELABORACIÓN:

Dulce de boniato:

Asa los boniatos en el horno o hiérvelos hasta que estén tiernos (yo los aso en el microondas, de uno en uno, pinchando con un cuchillo de vez en cuando). Déjalos templar, pélalos y tritúralos.

Haz el almíbar, poniendo el agua junto con el azúcar en un cazo. Tiene que quedar espeso. Entonces, añade el puré de boniato. Mézclalo bien (yo lo hice con unas varillas y mucho cuidado de no salpicar ;) ). Baja el fuego al mínimo y añade la ralladura de limón y un poco de canela en polvo. Remueve de vez en cuando para que no se pegue hasta que quede una crema finita. Si quedara algún que otro grumito, puedes triturar la crema para eliminarlos.

Masa:

Mezcla el anís con el aceite en un bol grande. Añade el azúcar y mezcla. Tamiza la harina y añádela a la masa. Ve mezclando con una cuchara de madera hasta que empiece a estar sólido. Coloca sobre la tabla y amasa, añadiendo más harina, hasta que deje de pegarse en los dedos.

Haz bolitas con la masa de unos 40 gramos (yo las pesé en la báscula para que salieran todas iguales), o un poco más pequeñas que una pelota de golf. Coloca una bolita sobre un cuadrado de papel vegetal de 10x10 centímetros y aplástala con la palma de la mano y las yemas de los dedos y dale forma redondeada. Tiene que quedar fina, pero no demasiado. Pon un poco de relleno en el centro, a lo largo. Ten cuidado de no poner demasiado, ya que si se sale cuestan de cerrar. Ayudándote con el papel de horno, coge un extremo y únelo con el contrario. La masa se pega automáticamente, así que sólo hay que sellarlo con los dedos. Retira la empanadilla del papel y colócala en la bandeja del horno forrado con papel vegetal. Espolvorea por encima con un poco de azúcar. Haz lo mismo con el resto de bolitas.

Precalienta el horno a 180ºC. Cubre los pastelitos con azúcar en grano y hornea con calor arriba y abajo durante unos 15 minutos o hasta que empiecen a dorarse los bordes.







martes, 1 de enero de 2013

Roscón de Reyes

¡¡¡Feliz año 2013 a todos!!!



Y qué mejor para tener una gran entrada de año que preparar este RIQUÍSIMO Roscón de Reyes. El año pasado estuve barajando varias posibilidades, mirando recetas aquí y allá, pero sin saber cuál hacer. Finalmente, me decidí por la de Eva, ya que incluye fotografías del paso a paso, y fue un auténtico exitazo. Nunca me hubiera imaginado que el roscón casero podía superar, y por tanto, el roscón de panadería. El sabor y la textura son perfectos, y da ganas de comer sólo de verlo. Además, es del tamaño de una plaza de toros (en una panadería, al peso, no sé qué te pueden llegar a cobrar por uno parecido). Sin embargo, cuando lo hice el año pasado, casi faltó de lo bueno que estaba. Estas fotos son las del año pasado, ya que no lo tendré listo hasta el día de Reyes y esta receta es digna de compartir.

  



INGREDIENTES PARA LA MASA MADRE O PIE DE MASA:

50 mililitros de agua templada (Eva le pone leche y yo lo hago igual, como se dice por mi tierra, "quant més sucre, més dolç" o sea, cuanto más azúcar, más dulce)
90 gramos de harina de fuerza
10 gramos de levadura prensada fresca o 2 sobres de levadura de panadería seca, NUNCA levadura tipo Royal




INGREDIENTES PARA EL ROSCÓN:


625 gramos de harina de fuerza (puede que necesite un poco más)
10 gramos de sal
250 mililitros de leche entera a temperatura ambiente
20 gramos de agua de azahar
Media copita pequeña de ron
100 gramos de azúcar glass
2 huevos y una yema a temperatura ambiente
100 gramos de mantequilla a temperatura ambiente (si se nos ha olvidado sacarla con tiempo y no hace calor en la estancia, podemos dejarla sobre una fuente de calor, algún aparato eléctrico que esté un poco calentito, unos 10 minutos, en el micro también se puede hacer, pero hay que tener mucho cuidado, que se derrite enseguida)
Raspadura de un limón y una naranja
1 cucharadita pequeña de miel

Depende de dónde vivas, es más fácil encontrar una u otra. En mi zona, es más sencillo encontrar la fresca y bastante más económico. 

 PARA DECORAR:


Huevo batido

Fruta escarchada
Azúcar blanquilla humedecida con un poco de agua
Almendras laminadas

PARA RELLENAR (opcional):


500 mililitros de nata para montar (las mejores son las que tienen un mínimo de 35% de materia grasa)
Azúcar glass (depende de nuestro gusto, yo le suelo poner unas 6-8 cucharadas para medio litro)
Cabello de ángel (lo venden ya hecho, en conserva)






ELABORACIÓN DE LA MASA MADRE:


Diluye la levadura en la leche templada, con cuidado de que no esté demasiado caliente, ya que la levadura no fucionará y quedará duro. Pon la harina en un bol. Haz un volcán en el centro, añade la leche con la levadura y mezcla con una cuchara. Llegará un momento en que tendrás que seguir amasando a mano. Haz una bola y marca una cruz en la parte de arriba con la ayuda de un cuchillo.


Llena un bol grande con agua tibia (al igual que la leche, no tiene que estar demasiado caliente o, de lo contrario, la levadura no fucionará), de forma que cubra la bola. Sumerge la bola de masa madre. Al principio, se hundirá hasta el fondo y empezará a soltar burbujitas. En unos 10 minutos, más o menos, comenzará a subir a la superficie. Cuando esté flotando, sácalo y resérvalo en un bol.


ELABORACIÓN DEL ROSCÓN:


Pon la harina en forma de volcán en un bol grande. 

Añade la sal, la leche, el azúcar glass y las ralladuras de naranja y limón. Mezcla.

Añade la mantequilla, los huevos, la masa madre. Mezcla.

Añade el agua de azahar, el ron y la miel.

Amasa bien con las manos durante unos diez minutos. Si ves que la masa queda demasiado líquida, añade más harina si te la pide la masa. Tiene que quedar una textura algo pegajosa.

Pasa la masa a otro bol que esté enharinado y cúbrelo con papel film para que la masa no se pegue ni se salga del bol. Deja la masa levar durante toda la noche (fuera o dentro de la nevera). Cuánto más frío esté, más le costará a la masa crecer y más esponjoso quedará después el roscón.

Al día siguiente, la masa estará a rebosar. Saca la masa, que tendrá que tener hilos elásticos parecidos a los del queso fundido (si te untas las manos con aceite, te resultará más sencillo manejarla). Golpea la masa bien fuerte contra la superficie de trabajo enharinada para sacarle el aire y vuelve a amasar un poco. Si se pega mucho, añade un poco más de harina. 

Haz una bola con la masa con un agujero en el centro. Ve agrandando el agujero hasta que tenga las dimensiones deseadas. Es mejor que quede finito, ya que tiene que volver a duplicar su tamaño. Haz el aro lo más grande posible y colócalo sobre una bandeja para horno forrada con papel vegetal. Coloca dos vasos en el centro (como en la fotografía, para que cuando crezca no se cierre el agujero) y cúbrelo con bolsas de plástico para que no se reseque mientras leva.




Una vez duplicado su tamaño (puede llegar a necesitar hasta un día) píntalo con huevo batido o con yema, para que quede más dorado, y decora con la fruta escarchada.

Para hacer el azúcar humedecido, pon el azúcar en un bol y añade unas gotitas de agua. Mézclalo con los dedos y cubre el roscón con el azúcar.

Tuesta las almendras en una sartén antiadherente, sin aceite. Una vez tostadas, decora el roscón con ellas.  Una vez decorado, déjalo levar un rato más.

Precalienta el horno a 180ºC cuando YA haya doblado su volumen e introdúcelo en el horno durante unos 20 minutos, con calor arriba y abajo.

Deja enfriar y córtalo por en centro, horizontalmente, con un cuchillo grande de sierra, de los que se usan para cortar el pan. Con un salvamantel o con un mantel de plástico, ayúdate para retirar la parte de arriba, para que no se rompa.

Puedes rellenarla con trufa, con cabello de ángel, con crema pastelera o, como en mi caso, o con la nata montada. El año pasado rellené la mitad con crema pastelera y la otra mitad con nata montada. 

Para montar la nata, es necesario que la nata esté muy fría, pero no congelada. La puedes tener en la nevera desde el día anterior, con eso es suficiente. También es recomendable tener el bol (si es de metal, mejor) y las varillas unos 15 minutos en el congelador justo antes de montar la nata. Vierte la nata en el bol y añade el azúcar glass. Monta las claras hasta que estén bien firmes. Una vez montada, puedes añadir una cucharadita de gelatina neutra en polvo diluida en un poco de agua fría, para que tenga más consistencia. Cubre la parte de abajo del roscón con el relleno que hayas elegido, con una cuchara o con una manga pastelera.

Coloca la parte de arriba con cuidado, deja reposar un rato para que se mezclen los aromas y sirve.





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