Como sigo igual que hace un mes y continúo con el reposo, os rescato otra receta, que ya van quedando pocas. Ésta es una pequeña variante de la receta de tarta de tres chocolates que me pasó mi madre hace unos años. Siempre la había hecho al pie de la letra, pero en febrero o marzo quedamos con unos amigos y me apeteció hacerla con un toque distinto. Tenía una pastilla de chocolate con kikos que me encanta y pensé que la textura crujiente le podría venir bien. Como la mezclé con chocolate con leche, notaba ligeramente crujiente, así que la próxima vez haré esa capa sólo con el de kikos, creo que estará incluso mejor.
La receta es muy sencilla de hacer y es una tarta fresquita, con un toque muy rico. Os la recomiendo, con ella siempre quedaréis bien, es un clásico y siempre le podéis dar un poco de personalidad cambiando los chocolates originales por otros con frutos secos, rellenos de oreo, etcétera.
PARA LA BASE:
INGREDIENTES:
200 gramos de galleta María (yo usé digestive)
70 gramos de mantequilla
ELABORACIÓN:
Pon unas pocas galletas dentro de una bolsa de congelación o bocadillo y muélelas pasando el rodillo por encima. Haz lo mismo con el resto de las galletas y reserva. Derrite la mantequilla y mezcla con la galleta picada. Reparte la mezcla en un molde desmontable (el mío era de 24 centímetros) y aplasta bien de forma que quede una capa uniforme. Reserva en la nevera.
PARA LAS CREMAS:
INGREDIENTES:
200 gramos de chocolate negro
200 mililitros de nata para montar
200 mililitros de leche entera
1 sobre de cuajada en polvo
200 gramos de chocolate con leche (yo puse 120 con kikos y 80 con leche)
200 mililitros de nata para montar
200 mililitros de leche entera
1 sobre de cuajada en polvo
200 gramos de chocolate blanco
200 mililitros de nata para montar
200 mililitros de leche entera
1 sobre de cuajada en polvo
ELABORACIÓN:
Hay que hacer las tres cremas por separado.
Para la primera crema, pon 50 mililitros de leche en un vaso y disuelve en él la cuajada. Pon el chocolate negro troceado, el resto de la leche y la nata en un cazo a fuego suave y remueve constantemente. Hay que tener cuidado de que no se queme. Cuando esté el chocolate bien disuelto, sube un poco el fuego y sigue removiendo. Cuando rompa a hervir, añade el sobre de cuajada disuelta y sigue removiendo. Cuando vuelva a hervir, retira del fuego y vierte sobre la capa de galleta. Deja enfriar en la nevera mientras preparas la siguiente crema.
Para la segunda crema, pon 50 mililitros de leche en un vaso y disuelve en él la cuajada. Pon el chocolate con kikos y con leche troceados, el resto de la leche y la nata en un cazo a fuego suave y remueve constantemente. Hay que tener cuidado de que no se queme. Cuando esté el chocolate bien disuelto, sube un poco el fuego y sigue removiendo. Cuando rompa a hervir, añade el sobre de cuajada disuelta y sigue removiendo. Cuando vuelva a hervir, retira del fuego y vierte sobre la capa de chocolate negro. Para evitar que el chocolate caliente haga un agujero sobre la capa de chocolate, no lo viertas directamente, sino sobre una cuchara puesta boca abajo. Deja enfriar en la nevera mientras preparas la siguiente crema.
Repite la misma operación con los ingredientes para la crema de chocolate blanco y deja enfriar en la nevera, como mínimo, 2 horas. Pasa un cuchillo por el borde del molde, desmolda, decora con lo que más te guste y sirve.
Qué original, así se sale un poco de la receta que hacemos todas. Besos y a mejorarte, conchi
ResponderEliminarGracias, Conchi! Lo bueno es que puedes cambiar los chocolates y la galleta y conseguir una tarta un tanto distinta. Besos.
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