martes, 30 de diciembre de 2014

Turrón de chocolate crujiente y naranja confitada



Este mes, teníamos para el reto dulce alguna receta de turrón. Yo elegí una receta de chocolate crujiente porque es muy fácil y rápido de hacer y porque es de los que más gustan en casa. La receta la vi en el canal de Youtube de Azúcar con Amor. Os recomiendo este canal, hay muchos vídeos de repostería creativa. Yo hice un par de cambios. Por un lado, introduje un poco de naranja confitada que me quedaba del Panettone. Podéis ver la receta aquí. Por otro lado, como no nos gusta a ninguno el arroz inflado chocolateado, usé unas barritas de cereales que desmenucé con las manos. La textura es muy agradable, aunque le faltaba un poquito de crujiente, pero el chocolate queda muy suave y de sabor, con el toque de naranja, está buenísimo. Ya quisieran los turronesa industriales... :D

Bueno, sólo me queda desearos un muy feliz Fin de Año y un 2015 todavía mejor. Muchos besossssss!!!!


INGREDIENTES:

100 gramos de chocolate negro (yo usé chocolate de cobertura)
150 gramos de chocolate con leche
50 gramos de aceite de girasol

70 gramos de arroz inflado chocolateado (yo usé 3 barritas de cereales con perlitas, aunque creo que la próxima vez pondré una o dos más)
20 gramos de naranja confitada

ELABORACIÓN:

Trocea todo el chocolate y ponlo en un recipiente resistente al calor, Ponlo a derretir sobre un cazo al baño María. Cuando empiece a fundir, añade el aceite de girasol. Remueve de vez en cuando con cuidado con una varilla, sin batir, hasta que esté fundido. Mientras, desmenuza las barritas con las manos y trocea la naranja confitada en trocitos muy pequeños. Retira el chocolate del fuego cuando esté completamente fundido, añade los cereales y la naranja y mezcla.

Forra un molde con film transparente. Yo usé como molde un brick de leche cortado a lo largo. Rellena el molde, termina de tapar con el film y deja enfriar a temperatura ambiente. Coloca encima algo de peso encima y deja enfriar completamente en la nevera. Yo lo tuve toda la noche.




Mmmmmmmmm!!! Buenísimo!!! Aquí podéis ver cómo se notan los trocitos de cereales y naranja. Delicioso.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Panettone con naranja confitada y perlitas de chocolate


Como viene siendo costumbre, subo la receta para el reto del mes el último día. Me hubiese gustado subir la receta antes, pero entre que soy una tardona y que metí la pata con el último levado y se me bajaron... El caso es que ya tenía la masa en los moldes preparada para terminarla y sólo había que dejarla 3 ó 4 horas a unos 24ºC. Como ya había hecho en los pasos anteriores, metí los moldes en el horno con la luz encendida y supuestamente apagado y me marché. Al volver, abrí el horno a ver qué tal iban y noté un ligero calor... Y entonces me di cuenta de que algo no iba bien. Me había dejado el horno encendido, por suerte a temperatura muy baja, unos 40 ó 50ºC, pero los suficiente para cargarme el levado. Aún así, los horneé. Subieron un poquito más, pero la masa estaba muy compacta. Esa misma noche, empecé de nuevo con la primera masa y tuve mucho cuidado con el horno... ;)




  
Se pueden ver los trocitos de naranja confitada y chocolate. Queda espectacular.

Tres días después, el panettone estaba listo y, aunque es una receta elaborada, os la recomiendo. Como suelo hacer, busqué una receta del país de origen y me las apañé con mis limitados conocimientos de italiano, que estudié durante un año en la Facultad y la traducción de Google (cuidadín con estos traductores, que tienen un peligro...) Encontré un vídeo muy ilustrativo y el enlace a la página The Italian Taste, donde está explicada toda la receta. Sólo cambié las frutas confitadas por naranja y chocolate, con cuidado de mantener las proporciones.

La naranja confitada la podéis comprar, pero si podéis, es mejor que la pongáis casera. Está riquísima y podéis aprovechar las cáscaras de los zumos que siempre se van a la basura. Yo la encontré en el blog Un pellizco de canela. Como también es entretenidillo, la próxima vez intentaré hacer más cantidad, porque con 3 naranjas me da más o menos para un solo panettone.

Para hacer un panettone no hace falta moldes especiales. Si tenéis un molde redondo de unos 16 ó 18 centímetros y papel de hornear, sólo tenéis que forrar el molde usando margarina o mantequilla blandita y pegando el papel. La única precaución que hay que tener es que el papel sobresalga bastante por encima del molde (yo le pongo tiras de papel de unos 10 centímetros). Esto se hace porque con el último levado, corremos el riesgo de que la masa se desborde y el papel la contiene. También podéis usar unos moldes redondos de cartón, de unos 6 centímetros de altura que venden en las tiendas de chinos, pero también hay que forrarlos de la misma forma. Así os saldrán panettones pequeñitos que podéis regalar a familiares y amigos y quedan muy bien presentados.

Los podéis hacer con moldes de cartón desechables. Son económicos y quedan muy vistosos. Además, tienen un tamaño perfecto para regalar.

Bueno, ya no os cuento más, sólo que le da mil vueltas a los que venden en las tiendas. Es esponjoso, blandito y jugoso por el centro, con un sabor a naranja y chocolate...


PARA LA NARANJA CONFITADA:

INGREDIENTES:

3 naranjas
Azúcar (el mismo peso que las cáscaras después de blanquearlas)
Azúcar para decorar las tiras (este paso me lo salté)


ELABORACIÓN:

Corta los dos extremos de la naranja. Haz 4 cortes superciciales de extremo a extremo y quita los 4 segmentos de cáscara con cuidado. Elimina la parte blanca con un cuchillo pequeño bien afilado. En la receta original no se elimina, pero yo preferí hacerlo.

Pon las pieles en una cazuela con agua. Cuando empiece a hervir, cuenta 5 minutos. Escurre las pieles con un colador y enfríalas bajo el chorro de agua fría. Vuelve a poner agua en la cazuela y repite la operación 4 veces.

Pesa las cáscaras de naranja ya escurridas. Córtalas en tiras largas de aproximadamente 1 centímetro de ancho. Ten mucho cuidado porque se parten con facilidad.

En otro cazo, pon el azúcar (la misma cantidad en peso que de naranjas) y la mitad del peso de agua. Ponlo a hervir a fuego medio, removiendo para que se disuelva bien el azúcar. Cuando ya no veas granitos de azúcar en la cuchara, añade las tiras de cáscara, baja el fuego al mínimo y remueve. Ten cuidado con las salpicaduras, remueve siempre con cuidado. En la receta original, tienen que pasarse dos horas cociendo, en mi caso fueron sólo unos minutos, probablemente porque le quité la parte blanca y porque hice menos cantidad. Cuando apenas quede almíbar en el fondo del cazo, retira y coloca las tiras, separadas entre sí, sobre una hoja de papel de horno. Deja enfriar.

PARA EL PANETTONE:

INGREDIENTES:

750 gramos de harina de fuerza
25 gramos de levadura fresca de panadería
200 gramos de mantequilla (más unos 20 para untar los moldes)
4 huevos enteros
2 yemas
200 gramos de azúcar
80 gramos de frutas confitadas (yo le puse 60 gramos de naranja confitada)
100 gramos de pasas (yo le puse 40 de pasas sultanas y 80 de perlitas de chocolate la primera vez y de chocolate negro troceado la segunda)
2 pizcas de sal
350 mililitros de agua

ELABORACIÓN:

La receta se puede hacer en dos días, empezando por la noche y terminando la noche siguiente, pero yo lo hice en tres días porque no siempre me puedo poner a hacer la receta cuando quiero.

Pon 100 gramos de harina de fuerza tamizada en un bol mediano. Disuelve la levadura en 150 mililitros de agua tibia (alrededor de los 20º C, en mi caso, estaba así al salir del grifo). Mezcla bien con la mano bien limpia los ingredientes. Disuelve bien los grumos hasta que la masa esté suave.

Moja un paño de algodón con agua caliente, escúrrelo y tapa el bol. Ahora, la masa tiene que levar en un lugar protegido de las corrientes, a ser posible a unos 24 ó 25ºC. No es necesario encender la calefacción. Basta con encender el horno a temperatura muy baja, de 30 a 50ºC, apagarlo y meter el bol en el horno con la luz encendida. Es muy importante que sólo se quede encendida la luz, ella sola mantendrá la temperatura.

A la mañana siguiente, habrá doblado el volumen. Ahora hay que añadir de 120 a 150 gramos más de harina de fuerza tamizada. Depende de las condiciones ambientales, por lo que conviene empezar con 120 gramos y añadir más si la masa sigue pegajosa. Yo necesité 150 gramos. Amasa bien durante unos minutos sobre la superficie de trabajo. Pon la bola, enharinada, en un bol más grande. Vuelve a mojar un paño de algodón con agua caliente, escúrrelo, tapa el bol y vuelve a poner en el horno con la luz encendida.

El levado tarda varias horas, según la receta original, hasta 6 horas. Yo lo tuve un poco más de un día entero. Mientras termina de levar, puedes ir adelantando el resto de la receta.

Una hora antes de seguir con la receta, derrite 200 gramos de mantequilla sin sal. Yo lo hice en el microondas, durante un minuto a máxima potencia. Deja templar la mantequilla. Mientras, pon los 200 gramos de azúcar con 200 mililitros de agua en un cazo a fuego medio. Ponlo a calentar hasta que el azúcar esté bien disuelto y, al removerlo con una cuchara, no veas ningún granito. Pon entonces este cazo en otro más grande al baño María, a fuego medio durante 45 minutos, vigilando que el cazo grande no se quede sin agua. El resultado será un almíbar claro que habrá reducido un poco. Déjalo enfriar.

Mientras, remoja las pasas en agua tibia (de 20 a 30 minutos). Yo la calenté unos segundos en el microondas. Corta las tiras de naranja confitada en daditos de más o menos un centímetro o más pequeños, si lo prefieres. Trocea el chocolate negro, si le vas a poner del de pastilla.

Prepara un volcán bastante amplio con 400 gramos de harina de fuerza tamizada y espolvorea por encima las dos pizcas de sal.

Escurre y seca muy bien las pasas con papel de cocina absorbente. Enharina las pasas, el chocolate y la naranja confitada y colócalos alrededor del volcán.

Incorpora los huevos enteros y las dos claras en el almíbar ya frío, uno a uno, mezclando bien con una varilla. Reserva.

Prepara los moldes. Yo usé uno desmontable de 18 centímetros de diámetro y dos pequeños de cartón, los que veis en la foto. Corta un círculo de papel de hornear que sea un poco más grande que la base (utiliza la base como molde) y una tira de 10 centímetros de ancho. Yo tuve que cortar dos tiras, pues el papel que uso viene ya cortado en hojas y quedaba demasiado corto. Unta los moldes con mantequilla bien blandita (necesitarás unos 20 gramos) y pega en el interior las piezas de papel que acabas de recortar. Es importante que el papel sobresalga bastante por encima para que contenga la masa durante el levado.

Ya es el momento de amasar. Prepara otros 100 gramos de harina adicional, que seguramente necesitarás, también tamizada. Prepara también una espátula para ayudarte a mezclar los ingredientes al final. Pon la masa que estaba levando en el horno en el centro del volcán. Ve añadiendo la mantequilla, que debería estar aproximadamente a 20ºC (la mía estaba a 30 y salió bien). Amasa con cuidado hasta que la mantequilla esté bien incorporada. Mientras incorporas la mantequilla, tendrás que ir incorporando un poco de la harina del volcán. Ten cuidado de que no se abra el volcán por ningún lado, o será muy difícil contener la masa.

Ahora hay que ir incorporando el jarabe que tenemos mezclado con los huevos. También tendrás que ir incorporando la harina y casi al final la naranja, las pasas y el chocolate. Seguramente, necesitarás añadir también los últimos 100 gramos de harina. Yo le tuve que poner un poquito más. La masa debe de ser suave, se tiene que pegar un poco en la superficie de trabajo, pero debe de tener suficiente consistencia. En el enlace del vídeo lo podéis ver muy bien. Se tiene que poder despegar de la mesa con facilidad con una espátula. Amasa bien durante unos minutos para que se mezclen bien los trocitos. Reparte bien la masa en los moldes que has preparado, llenando sólo 2/3 partes del molde. Pon los moldes dentro del horno, todavía apagado y con la luz encendida.

Ahora sólo hay que esperar a que leven por última vez. Tardarán unas 3 ó 4 horas, aunque si puedes, déjalos 6. Sácalos del horno con cuidado, prepara la bandeja en la parte más baja y precaliéntalo a 180ºC. Pon un recipiente apto para hornos lleno de agua en la parte de atrás y pon los panettones (yo los hice por separado, ya que los tamaños eran muy distintos). Hornea unos 25 minutos, baja la temperatura del horno a 160ºC y tapa el panettone con papel de aluminio para que no se dore demasiado. Es importante no abrir el horno antes de los 25 minutos. Yo lo hice a los 20 minutos con el grande y se bajó un poquito por el centro. A los 35 minutos, pincha el panettone con una brocheta de madera. Si sale limpia, está listo, sólo hay que dejarlo enfriar unos minutos dentro del horno con la puerta abierta. Si no, esperar cinco minutos más o hasta que la brocheta salga seca. Deja enfriar completamente sobre una rejilla antes de servir.

viernes, 21 de noviembre de 2014

Tarta de fondant de microdrifters de Rayo McQueen


Este año, mi hijo Víctor me pidió una tarta de fondant con muñequitos de microdrifters de Rayo McQueen. Se trata de una especie de micromachines de la película de Cars, son pequeñitos y más redondeados que los . Yo los tuve que hacer más grandes, del tamaño de los normales, pero los hice más redonditos. Como sabía que pintar los ojos y los dorsales no iba a ser tarea fácil, descargué un montón de imágenes y en una tienda especializada me las imprimieron en papel de azúcar. Después, las recorté y las pegué con pegamento comestible.

La receta de la tarta fue la misma que utilicé el año pasado para hacer la tarta de fondant de Phineas y Ferb y la tarta de cumpleaños fácil.





"El Rey", Strip Weathers, en su última carrera como estrella de Dinoco.

Es uno de los coches favoritos de Víctor. Es el coche al que Chick Hicks empuja en la primera carrera de Cars.


jueves, 6 de noviembre de 2014

Cupcakes con buttercream de vainilla



Para hacer estos cupcakes no hace falta complicarse demasiado. Los hice usando algunas de las magdalenas Carmencita. Les añadí un poco de jarabe que hice con un poco de azúcar, agua y colorante alimentario y las cubrí con el buttercream de vainilla que usé para hacer mis primeros cupcakes. La decoración la hice con mis hijos y, después, les llevaron unos pocos a sus "profes". El niño puso tres Lacasitos y tres perlitas en cada cupcake y la niña puso un montón de perlitas y algún que otro Lacasito.

Para poderlos transportar, hice unas cajas de cartulina con ventanita y todo para que quedasen más presentables. También les puse unas florecitas hechas con goma-eva. La ventanita la hice con un poco de papel de celofán decorado que me dio hace tiempo mi "compi" Rosa y quedó muy bien. Sólo hacen falta cartulinas, goma-eva, papel de celofán y cinta adhesiva de doble cara. Para cortar los materiales, usé tijeras, un cutter y una regla de metal. Es una forma sencilla y económica de presentar los cupcakes y puedes personalizar la caja como más te guste.









jueves, 30 de octubre de 2014

Madeleines traditionelles au citron

Hola a todos!!! Llevo dos meses sin publicar ninguna receta. El motivo es que el día dos de septiembre di a luz a mi tercer hijo, Marco. Aquí os pongo una foto recién nacido, en el hospital. Como os imaginaréis, ando bastante liadilla. Aún así, he conseguido sacar un par de ratitos para poder participar en el Reto Dulce de octubre, madeleines. El de septiembre me lo tuve que saltar muy a mi pesar, pues la propuesta era hacer donuts y llevo tiempo deseando hacerlos. 



Veréis en las fotos que las madeleines me quedaron muy redonditas. Pues el caso es que busqué en varios sitios el molde típico para hacer madeleines, pero lo más parecido que encontré fueron unos moldes de metal con forma de concha, pero se parecían lo suficiente como para intentarlo. 

Hay muchas recetas, pero quería probar la original y qué mejor que aprender de un francés. La receta la encontré en un blog francés llamado Herve Cuisine y lo que me decidió fue el título: Madeleines traditionnelles au citron. Aunque desconozco el idioma, los comentarios del vídeo se entienden bastante bien y también se puede leer la receta con el traductor de Google. Se me ocurrió hacer algunas marmoladas y también están ricas, pero las mejores son las tradicionales. Están tan ricas que habrá que repetir y repetir...

INGREDIENTES:

La ralladura de un limón
2 huevos (yo le puse de la talla L, de 53 a 63 gramos)
100 gramos de azúcar
1 cucharadita de sal (yo puse media)
100 gramos de harina
1/2 sobre de levadura química en polvo o polvo de hornear (yo puse 8 gramos)
100 gramos de mantequilla sin sal

Para hacer las marmoladas, añadí media cucharada de cacao puro a una cuarta parte de la masa y lo mezclé bien. Después, puse un poco de cada masa en cada molde.

ELABORACIÓN:

Ralla el limón en un bol. Añade los huevos, el azúcar y la sal y bate la mezcla hasta obtener una crema suave. Lo puedes hacer a mano o con las varillas eléctricas. Derrite la mantequilla en el microondas unos 20 ó 30 segundos con cuidado de que no se queme. 

Tamiza la harina y la levadura e incorpora a la masa con movimientos envolventes con una espátula. Por último, añade la mantequilla derretida poco a poco, también con movimientos envolventes. 

Si es posible, deja reposar la masa durante dos horas (yo lo tapé con film transparente y, como no hacía calor, lo tuve reposando a temperatura ambiente unas dos horas y media).

Engrasa los moldes con mantequilla derretida o aceite con la ayuda de una brocha. Vierte una cucharada en cada molde (a mí me salieron 12 unidades).

Hornea con el horno precalentado a 200ºC en la rejilla central durante 10-12 minutos o hasta que, al pinchar en el centro con un palillo, éste salga limpio.

Deja enfriar sobre una rejilla durante una hora. Desmolda con cuidado (yo lo tuve que hacer con una espátula de silicona y, aún así, alguna se rompió un poco). Se mantienen bien en una caja hermética durante unos días.






La simpática muñequita que acompaña a nuestras madeleines es una pequeña monada de trapo que tengo desde hace muchos años.

martes, 26 de agosto de 2014

Crème brûlée


Aunque tengo algunas entradas pendientes, últimamente estoy un poco despistada y apenas estoy publicando. Hoy os traigo el Gran Reto Dulce del mes, en este caso un "steam dessert" o postre hecho al vapor. Como siempre, no hacía más que darle vueltas a un montón de recetas, pero éste me lo sugirió Gokuraku y me pareció muy sencillo y rico.

La receta la encontré en el blog de Stephanie Jaworski, por el que siempre os recomiendo que os paséis, aunque está en inglés. La verdad es que me dio un poco la lata el horneado, ya que en lugar de utilizar cuatro moldes más pequeños como hace ella en el vídeo, usé los que tenía en casa, que eran dos más grandes. Ella ya explicaba que la cocción depende de varios factores, como el tamaño de los moldes o la temperatura del agua. No sé a ciencia cierta cuánto tiempo lo tuve en el horno, porque parecía que nunca estaba hecho, pero estuvo más de una hora.

Me parece un postre más que recomendable, aunque creo que la próxima vez meteré la crema unos minutos en el congelador antes de quemar el azúcar, ya que con el calor del soplete perdió mucho frío. Es muy agradable la combinación de texturas, la suavidad de la crema con el crujiente del caramelo. Y también la combinación del sabor de la crema de vainilla con el dulzor del caramelo. Espectacular.



INGREDIENTES:

320 mililitros de nata para montar (yo usé 400 mililitros)
Una ramita de vainilla

4 yemas de huevo (60 gramos). Yo puse 4 yemas de la talla L y pesaban 75 gramos.
50 gramos de azúcar (yo le puse 60)
4 cucharadas de "caster sugar" (es un azúcar bastante fino, como no tenía, puse azúcar corriente en un vaso batidor y lo trituré un poco con la batidora)


ELABORACIÓN:

Pon la rejilla en la parte central del horno y precaliéntalo a 150ºC.

Pon la nata en un cazo. Abre la rama de vainilla, raspa las semillas con un cuchillo y pon tanto las semillas como la ramita con la nata. Calienta a fuego medio hasta que empiece a hervir ligeramente (verás que se forman unas burbujitas en los bordes). Retira del fuego y saca la ramita de vainilla.

Bate las yemas con el azúcar hasta que blanqueen un poco. Añade entonces la nata con mucho cuidado, muy poquito a poco, sin dejar de remover con unas varillas para que no cuajen las yemas. Cuela la crema con un colador.

Pon los moldes en una bandeja para el horno que sea lo bastante profunda para poder cocer la crema al baño María. Vierte la crema en los moldes, repartiendo bien las semillas de vainilla que quedan en el fondo de la crema. Pon la bandeja en el horno y vierte agua caliente o hirviendo en la bandeja hasta la mitad de la altura de los moldes. Es muy importante que no caiga agua en la crema. Cierra la puerta del horno y hornea durante 30-40 minutos (yo los tuve más de 1 hora, no sé cuánto tiempo exactamente, ya que mis moldes eran más grandes). Cuando, al mover la bandeja del horno, la crema sólo se mueva ligeramente, están listas. Saca la bandeja del horno y retira los moldes con cuidado, ya que los moldes y el agua están muy calientes. Deja enfriar completamente antes de guardar las cremas en la nevera. Enfría, al menos, durante 4 horas, sin cubrir. Yo las tuve un par de días en la nevera y no me dio ningún problema.

Reparte una cucharada de azúcar (caster sugar) sobre cada molde y caramelízalo con un soplete de cocina. Si no tienes, lo puedes gratinar en el horno, pero dice Stepnahie que no queda igual. Deja enfriar hasta que el caramelo endurezca (apenas unos minutos) y sirve lo antes posible. Tiene que quedar la crema fría y la capa de caramelo a temperatura ambiente.




lunes, 28 de julio de 2014

Tarta de queso y melocotón

 

Este mes me ha costado mucho decidirme por un postre para el Gran Reto Dulce. Me pasé un par de días mirando recetas y más recetas. Me gustaban muchas, pero algunas las deseché porque había que encender el horno y, la verdad, no apetecía demasiado. Quería una tarta fresquita, pero por unas cosas u otras, no era capaz de elegir una. A última hora, se me ocurrió modificar el relleno de una que me gustó mucho, la tarta de queso y Mars y combinarla con melocotón en almíbar. Quedó riquísima, pero creo que le faltó un poco más de crujiente para contrastar por encima, me parece que le hubiesen venido que ni al pelo unas almendras fileteadas o algo parecido.


PARA LA BASE:

INGREDIENTES:

150 gramos de galletas Digestive
2 cucharadas de azúcar moreno
70 gramos de mantequilla sin sal

ELABORACIÓN:

Tritura las galletas. Yo lo hago de tres en tres, las parto y las meto en una bolsa de congelación. Les paso el rodillo por encima y las golpeo suavemente hasta que quedan completamente trituradas.

Derrite la mantequilla en el microondas a media potencia, vigilándola cada 30 segundos. Mientras, añade el azúcar a las galletas y mezcla bien. Cuando la mantequilla esté fundida, viértela sobre las galletas y mezcla bien con una cuchara. Vierte la mezcla en un molde desmontable (el mío era de 24 centímetros de diámetro). Cubre primero los laterales del molde con la galleta picada un par de centímetros de alto. Deja la superficie de la base bien lisa con la mano o con la ayuda de una cuchara. Deja enfriar en la nevera media hora mientras preparas el relleno.


PARA EL RELLENO:

INGREDIENTES:

6 hojas de gelatina neutra
600 gramos de queso para untar
150 gramos de azúcar
2 yogures griegos (yo se los puse azucarados)
200 mililitros de nata para montar (la que usé es de 33% materia grasa)
Melocotón en almíbar (yo usé tres mitades para decorar por encima, pero también se le pueden poner trocitos dentro del relleno)

ELABORACIÓN:

Pon a remojo la gelatina en agua fría.

Mezcla el queso con el azúcar con la batidora de varillas. Añade los dos yogures griegos mientras sigue montando. Añade la nata para montar poco a poco, formando un hilo. No es imprescindible que esté fría, pero si lo está, mejor.

Escurre la gelatina y ponla en un bol. Introduce el bol en el microondas unos pocos segundos hasta que esté completamente disuelta. Ten cuidado de que no se queme, se derrite enseguida. Vierte la gelatina sobre la mezcla de queso en hilo y mezcla bien con una espátula. Rellena la base de galletas con esta crema y déjala enfriar bien nivelada en la nevera durante, al menos, cuatro horas. Si necesitas que enfríe más rápido, la puedes meter en el congelador un par de horas. Decora con unas tiras de melocotón en almíbar bien escurrido y unas guindas.




martes, 15 de julio de 2014

Coca de llanda de limón


Desde hace años, de vez en cuando hago una coca de llanda típica valenciana. La verdad es que no tengo ni idea de dónde salió la receta, ya que la tengo en mi carpeta de recetas imprimidas desde ni se sabe cuándo, pero es una de las mejores que he probado. 

Me encanta esta receta, pero echaba en falta algo más de sabor a limón, como el que tienen las que hacen las abuelitas. El caso es que, investigando, cambié un cuarto de vaso de leche por la misma cantidad de zumo de limón y el resultado fue buenísimo. Más jugosa y con un saborcito a limón muy rico. Sigue sin ser como la de las abuelitas, pero de momento, me conformo.

La receta es muuuuuuuy fácil y el resultado, incluso mejor. No hacen falta ni batidoras, ni artilugios varios como la Thermomix, ni tener un máster en repostería, así que os animo a todos y todas a que la hagáis y tendréis un desayuno espectacular para toda la semana. También podéis cortar parte de la coca en trozos de ración, envolverlos en papel de aluminio resistente y congelarlos. Se descongelan a temperatura ambiente y está como recién hecha.


INGREDIENTES:

 huevos (yo uso de la talla L, de 63 a 73 gramos)
2 vasos (de los de agua de 250 cl) de azúcar
1 vaso de aceite
1 y 1/4 vasos de leche

1/4 vaso de zumo de limón recién exprimido
La ralladura de la piel de un limón (yo le pongo de dos limones grandes)
1 yogurt natural o de limón

500 gramos de harina de trigo, si puede ser de repostería, mejor
3 papeles dobles de gasificantes para repostería
Canela y azúcar para espolvorear

ELABORACIÓN:

Precalienta el horno a 180º, con calor arriba y abajo.

Mezcla los ingredientes húmedos con una varilla de mano, en el orden en que aparecen, en un bol grande. Por último, mezcla la harina y el gasificante y tamiza. Añade, poco a poco, a la mezcla anterior, con cuidado de que no queden grumos. 

Vierte la mezcla en un molde forrado con papel de hornear (el mío es de 25x38 centímetros y de 3,5 centímetros de alto) y espolvorea por encima azúcar y canela mezclados (es opcional, pero recomendable porque la capa de azúcar queda crujiente y muy rica). 

Introduce en la parte central del horno con calor sólo abajo y hornea a 180ºC. El tiempo variará en función del horno y el molde. Una vez hayan pasado 30 minutos, vigila el bizcocho. Seguramente, le costará entre 35 y 45 minutos. Cuando empiece a parecer firme y esté dorado por encima, pincha con un palillo. Si sale manchado, deja hornear 5 minutos más y repite la operación hasta que salga limpio. Deja enfriar 5 minutos dentro del horno, ya apagado. 




domingo, 29 de junio de 2014

Shekerbura


Aquí está mi aportación al Gran Reto Dulce del mes de Reposteras de Andar por Casa. Me ha costado bastante hacerlo por dos motivos. El primero, que estoy pasando malas noches y de día no soy persona. El segundo, que no me llamaba demasiado el dulce en cuestión, ya que no lo elegí yo, sino mi marido y a mí me daba la sensación de que un relleno tan seco no me iba a gustar, aunque he de admitir que está bastante bueno. 


¿Y qué es eso de Shekerbura? Pues son unas empanadillitas que están hechas con una masa neutra, pero van rellenas de una mezcla muy dulce de almendra y azúcar. El relleno también lleva cardamomo, pero en el barrio no encontré y, en su lugar, les puse canela. Son típicas de Azerbaiyán, en la parte occidental de Asia y son entretenidas de hacer, especialmente la decoración. 

La receta la encontré en el blog de Sandra Mangas, La Receta de la Felicidad. Recuerdo que vi su blog en el programa de Cocineros Blogeros del Canal Cocina un domingo por la mañana. Lo busqué en Internet, estuve curioseándolo un poco y me dejé esta receta abierta. Cuando mi marido la vio, me dijo que los quería probar, ya que le encanta la almendra. Y ahí se quedó, en la larguísima lista de recetas pendientes. Hasta que, cuando tuve que buscar una receta asiática, me volví a acordar de ellos. 

La decoración típica se hace con unas pinzas especiales llamadas "maggash". Aquí no son fáciles de encontrar, así que Sandra utilizó crimpers en lugar de las pinzas. Como yo tampoco tengo crimpers, usé una esteca dentada. No quedó tan bonito, pero fue muy entretenido. Además, mi hija me ayudó, usando las estecas que ella misma eligió. Podéis ver cómo se hace la decoración en este vídeo. Yo no entiendo ni papa, pero una imagen vale más que mil palabras.

En casa han volado, ni atándolas han durado más de tres días. Parecía que tuvieran un imán.


Aquí tenéis la muestra del corte. El sabor es parecido al mazapán.



PARA EL RELLENO:

INGREDIENTES:

200 gramos de almendra molida
150 gramos de azúcar blanquilla 
30 mililitros de agua
Cardamomo molido (como no encontré, lo sustituí por canela molida)

ELABORACIÓN:

Mezcla en un bol la almendra molida con el azúcar y la canela o el cardamomo. Añade el agua y mezcla bien con las manos. Tapa con film transparente y reserva.

PARA LA MASA:

INGREDIENTES:

250 gramos de mantequilla fría, cortada en daditos
500 gramos de harina de trigo (yo le tuve que echar un poco más, ya que se me quedaba la masa pegada a las manos)
1 huevo 
120 mililitros de agua fría (yo la puse de la nevera)

ELABORACIÓN:

Pon los ingredientes en un bol y mézclalos con las manos hasta formar una masa homogénea. Divide la masa en 24 porciones y dales forma de bolita. Tápalas con film transparente y guárdalas en la nevera de una a dos horas (yo las dejé toda la noche).

Estira una bolita con el rodillo y córtala con un cortapastas redondo (el mío era de 8 centímetros) o un platito de café y un cuchillo. Guarda los recortes todos juntos para hacer tantos Shekerburas como te permita el relleno. Pon una cucharada de relleno en el centro del círculo y cierra los bordes (en el vídeo se ve muy bien) apretando con los dedos. Haz la decoración siguiendo los pasos del vídeo. Decora la empanadilla con las pinzas, crimpers o estecas como más te guste. 

Mientras las decoras, precalienta el horno a 180ºC. Hornea durante 30 minutos a media altura, con calor arriba y abajo. Deja enfriar sobre una rejilla y guárdalos bien tapados en un tarro de cristal o una lata. Dicen que pueden conservarse varios días, pero yo no lo he podido comprobar, sólo duraron tres, y eso que salieron bastantes más de 24 shekerburas.

Aquí tenéis algunos de los que decoró mi niña, que tiene 5 añitos. Ya véis que tiene arte. ;)



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