La receta de estas ricas magdalenas la encontré en un libro que me prestó mi amiga Mila, "La cocina de los conventos". Quedan esponjosas y muy suaves, dignas de repetición. Yo hice sólo la mitad, ya que eran cantidades divisibles, y me salieron 12. Hay que guardarlas, una vez frías, en un envase hermético para que se conserven más días.
INGREDIENTES:
300 gramos de mantequilla, aceite o manteca de cerdo (yo le puse 150 gr y usé aceite de oliva suave)
300 gramos de harina de repostería (yo, 150)
300 gramos de azúcar (yo, 150)
6 huevos (yo, 3)
1 cucharada de levadura en polvo (yo, media)
La corteza de un limón
ELABORACIÓN:
Bate los huevos bien con una varilla hasta que estén espumosos. Añade el azúcar y continúa batiendo. Añade la ralladura de limón. Añade la mantequilla derretida o el aceite, remueve hasta obtener una crema fina. Por último, incorpora la harina mezclada con levadura con movimientos envolventes.
Llena las cápsulas de magdalena hasta 2/3 de su capacidad. Introdúcelas en el horno precalentado a temperatura moderada (yo las puse a 180ºC con calor arriba y abajo) hasta que estén doradas (las mías estaban listas en unos 15 minutos). Deja enfriar sobre una rejilla.
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