Volvemos a la carga con una nueva tarta de fondant, en este caso, para el cumpleaños de mi hermano Fernando, que no desentona en absoluto en este blog porque es un trozo de pan. Como le encantan las tortugas y todo tipo de reptiles, me estuve mirando este tutorial, que me gustó mucho, pero como el caparazón no era lo que iba buscando, lo combiné con este otro. Luego, hice unas lágrimas de fondant blanco y unas bolitas y las puse simulando las olas de la playa. Para terminar de ambientar, piqué unas galletas para hacer la arena (se hacen muy bien con una batidora, pero lo hice con el mortero para no hacer ruido, que tenía a los niños durmiendo).
Aquí tenéis un primer plano de la tortuga, se me olvidó hacer una foto de la parte de debajo del caparazón, que tenía el detalle de las líneas horizontales. Al cumpleañero le encantó.
!Qué pinta tan estupenda¡ Si da pena hincarle el diente... Un saludo, Conchi
ResponderEliminarGracias, Conchi! Sí que da pena, pero como no se pueden conservar, habrá que sacrificarse, jeje. Besos.
EliminarLa mejor arena de " playa que he comido nunca ", muchas gracias!!!! estaba buenisima!!
ResponderEliminarY la más dulce, seguro. ;)
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