Bizcocho de yogur relleno de crema con chocolate

El día de mi cumpleaños, saqué una receta mía del "barril" de los recuerdos para invitar a mis compañeros de trabajo. No es nada más que el típico bizcocho que se hace con la medida de yogur que conoce todo el mundo, pero relleno de flan (la verdad es que yo pongo la crema en el centro, pero invariablemente termina en el fondo después del horneado). Hacía años que no lo hacía, pero me acordé de lo jugoso y rico que quedaba y de lo rápido que es de hacer. En el último momento, se me ocurrió "tunearlo" un poco con una capa de chocolate y avellanas troceadas (¡olía a Nocilla, qué rico!).

Al volver al trabajo el día siguiente, varias personas me pidieron la receta, les había encantado (a mí también, que no pude resistirme y la probé). Así que no me quedó más remedio que repetirla para hacerle las fotos de rigor y compartirla con todos vosotros. Si alguien quiere triunfar con una receta de lo más fácil, le recomiendo que se anime.

Lo único que creo que es importante tener en cuenta es que la crema pastelera hay que dejarla enfriar antes de rellenar el bizcocho, porque me parece si la ponemos en caliente el bizcocho no sube igual. Si necesitas que se enfríe muy rápido, puedes poner la crema en un bol e introducirlo en otro bol más grande, con hielos y agua fría. Es como un baño María, pero con frío.

PARA LA CREMA:

INGREDIENTES:

350 mililitros de leche (yo le puse semidesnatada)
4 cucharadas soperas colmadas de azúcar
Una ramita de canela
La piel de un limón (sólo la parte amarilla)
1 sobre de flan en polvo (yo utilizo el de la marca Potax)

ELABORACIÓN:

Pon a calentar 300 mililitros de la leche en un cazo, junto con el azúcar, la canela y el limón. Calienta a fuego suave, para que la leche tome el sabor del limón y la canela y el azúcar se disuelva. Mientras, diluye el flan en el resto de la leche fría. Cuando la leche empiece a hervir, cuélala y elimina la canela y el limón. Vuelve a ponerla al fuego y, cuando vuelva a hervir, vierte el flan y remueve hasta que espese. Deja enfriar, si tienes prisa, puedes hacerlo como he explicado arriba, haciendo un baño María en frío. Introduce la crema en una manga pastelera con la boquilla ancha.

PARA EL BIZCOCHO:

INGREDIENTES:

4 huevos grandes
2 vasitos (de los de yogur) de azúcar
1 vasito (de los de yogur) de aceite
1 yogur de limón o natural
3 vasitos (de los de yogur) de harina de trigo
1 sobre de levadura
la ralladura de un limón

ELABORACIÓN:

Con una varilla manual, bate los huevos con el azúcar, sólo hasta conseguir una crema homogénea. Añade el aceite y mezcla. Añade el yogur y la ralladura y vuelve a mezclar. Pon la harina y la levadura en un recipiente y mezcla. Añade la harina a la crema tamizándola, incorporándola poco a poco, en varias veces.

Precalienta el horno a 175ºC. Mientras se calienta, forra un molde con papel vegetal o engrásalo y enharínalo. Yo usé uno cuadrado de 20x20 centímetros. Vierte parte de la masa del bizcocho de yogur, no mucha, ya que después hay que cubrir la crema con más masa. Repártela bien por todo el molde, para que quede igualada. Con la manga, dosifica la crema sobre la masa de yogur hasta cubrir todo el molde. Cúbrelo todo con el resto de masa de yogur y hornea de 30 a 40 minutos. Dependerá del horno, hay que vigilarlo, pinchando con un palillo en el centro. Cuando salga limpio, apaga el horno y deja enfriar unos minutos con la puerta abierta. Deja enfriar por completo antes de cubrir. Si no, el chocolate sigue fundiendo en contacto con el bizcocho y queda demasiado líquido.

PARA LA DECORACIÓN:

INGREDIENTES:

100 gramos de chocolate con leche
80 mililitros de nata para montar
Un puñado avellanas tostadas

ELABORACIÓN:

Pon el chocolate en un bol apto para microondas y derrítelo a máxima potencia. En mi caso, fue menos de un minuto, hay que tener mucho cuidado para no quemar el chocolate. Añade un chorrito de nata, a temperatura ambiente y bate con unas varillas. Enseguida se convertirá en una masa oscura, con aspecto de haberse cortado. Añade un poco más de nata y sigue batiendo, al final será una crema suave y fina, del color de siempre. Yo le puse unos 80 mililitros de nata, pero puedes jugar con la textura que quieras, añadiendo más o menos. Cubre la tarta con el chocolate, de forma que gotee un poco por los lados, pero sin llegar a tocar la bandeja. Trocea un puñado de avellanas tostadas y repártelas bien por encima antes de que solidifique el chocolate, para que se queden pegadas.