Mis primeras galletas decoradas

He aquí mis primeras galletas decoradas. Hace 4 meses, mi marido me regaló el libro "Decora tus galletas" de Rosa María Escribano y Sonia Rincón. El libro me encanta, explica cómo hacer dos recetas de galletas, de mantequilla y de chocolate. Sólo hemos probado las de mantequilla, pero tendré que hacer también las de chocolate. Las de mantequilla están buenísimas, con glasa o sin ella. También habla sobre los materiales necesarios, con un montón de ejemplos de galletas preciosas y cómo hacerlas. Una pasada.

El libro estaba en la estantería, haciéndome ojitos, pero yo no me animaba. Cuando, por fin lo hice, horneé las galletas y empecé a experimentar con la glasa. Lo primero que me encontré fue la sorpresita del día. Utilicé huevo pasteurizado en polvo y azúcar glass para hacer la glasa. Cuando lo compré, pensaba que llevaba incorporado el azúcar, pero al hacer la glasa descubrí que no. Le puse el azúcar a ojo (menos mal que siempre tengo en casa), intentando conseguir la textura más o menos densa.

Cómo no, cuando ya tenía las mangas llenas, volví a pagar la novatada. Las primeras 4 ó 5 estaban "de exposición", pero de la de cómo no hay que decorar galletas. Después, decidí empezar por hacer unos simples trazos, como hacen los niños pequeños cuando aprenden a escribir. Quedaban bastante mejor, pero no eran precisamente decorativas, en parte supongo por lo grandes que eran las boquillas que tenía.  Entonces, probé a hacer puntos, unirlos con una línea y utilizar la "wet on wet technique" que podéis ver aquí y también, más completo, aquí. En una de ellas le puse, además, unos corazoncitos de azúcar cuando aún estaba la glasa húmeda. Las últimas ya quedaron algo decentes, y aunque mejorables, me gustaron bastante (seguro que dentro de un tiempo no pensaré lo mismo). 

Me lo pasé muy bien haciéndolas, es muy relajante y seguro que repetiré. 

INGREDIENTES:

500 gramos de harina
250 gramos de mantequilla pomada, puedes ver una forma de hacerla aquí
125 gramos de azúcar glass tamizado
10 cucharadas soperas de leche (75 mililitros)

ELABORACIÓN:

Sobre una superficie lisa y limpia, haz una montañita con la harina. Incorpora el azúcar glass tamizado. Haz un hueco en el centro, formando un volcán. Añade la mantequilla en pomada. Incorpora la leche.

Con una mano, une todos los ingredientes. Cuando la masa vaya redondeándose y no se pegue en los dedos, ya está lista. Es importante no trabajarla demasiado, ya que la masa queda correosa.

Pon una hoja de papel vegetal sobre la superficie de trabajo. Coloca a los lados unas varillas niveladoras de 0,5 centímetros. Yo lo hago con unos palillos chinos. Estira la masa usando las varillas como guía, para que todas las galletas tengan el mismo grosor. Coloca la masa en el centro y cúbrela con otro papel vegetal, para que no se pegue la masa. Pasa el rodillo firmemente sobre la masa y las varillas. Cuando esté bien estirada, guarda la masa sobre una superficie lisa en la nevera al menos 30 minutos para que adquiera firmeza.

Unos minutos antes de sacar la masa de la nevera, precalienta el horno a 180ºC.

Retira el papel vegetal de encima y corta las formas que quieras. Al estar fría, la masa se puede cortar sin que se deformen las galletas. Para hornearlas, colócalas sobre una bandeja de horno metálica. La mantequilla de la galleta hará que no se peguen.

Hornea de 12 a 15 minutos, con calor arriba y abajo y deja enfriar bien sobre una rejilla antes de decorar.